No dejes de pronunciar su nombre si es lo que quieres, no
dejes que nadie te lo impida. No dejes que nadie te controle, que te haga pensar
si vale la pena. Grita alto, grita muy alto. Hazle un pulso al miedo, da igual
si pierdes, intentalo. No te lamentes por lo qué pasó y por lo que no llegó a
pasar. No te preguntes más un "¿por qué?". Todos nos pasamos el día
pensando en el pasado, o en que será del futuro. ¿Y el presente? Deja de
comerte la cabeza y sé feliz. Encuentra una razón para estarlo; yo ya la
encontré.
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