jueves, 28 de febrero de 2013

Me pediste perdón, ¿pero perdón de qué? si ya te lo había dado todo.
"Me conformo con saber que no vas a encontrar nada mejor ahí fuera."
Y en aquel momento estaba a punto de llover. Apunto de romperme en pedazos. Entendi que eras un puto cobarde, que no valías mis 'buenos días', mis mitades, mis puntos, ni mis comas..

martes, 19 de febrero de 2013

lunes, 11 de febrero de 2013


"... No soy lo que buscas, no me adapto a tu altura ni soy como tú. Tampoco me dan miedo las calorías. Si paseamos, seguramente acabemos pidiendo una cerveza, no me da cargo de conciencia. Siempre pierdo al futbolín, pero soy un as jugando a las cartas. Es cierto que a veces miento, pero mis mentiras son tan creíbles que ni te darás cuenta. Lloro demasiado, pero soy tan divertida a veces que te dolerá cada centímetro del cuerpo de reírte. Me río muy a menudo, la verdad, pero tengo una risa tan vital que cuando la oigas estarás siempre esperando a oírla otra vez. No me han enseñado a sonreír, me sale solo. Soy incapaz de estarme quieta, hablo demasiado y me enfado muy deprisa, aunque se me pasa aún más rápido. Lo que puedo prometerte es que no te aburrirás conmigo, te volveré loco y querrás salir corriendo de lo pesada que me pongo a veces. Soy impredecible, vivirás sin saber lo que te espera conmigo..."





Exceso de besos.


Sentimientos de culpa la mañana después, remordimiento, preguntarme porqué he podido volver a caer en ello. Pero todo eso se esfuma con un simple manotazo de él entre sueños, solo con sentirle al lado dar vueltas en las sábanas. ¿Merece la pena? Por supuesto que merece la pena, tragarse el orgullo y lo que haga falta solo por despertar a su lado. Un despertador de besos, que me avisa de la entrada del sol y de su nueva entrada en mi vida. Caricias cómplices. Nuestra manos se pierden entre las sabanas y nuestra conciencia con ellas.. Volvemos a ser solo nosotros dos. Pero entonces, cuando las paredes se empañan y llegamos a nuestro cúmulo de éxtasis, algo tubo que torcerse y retorcerse de nuevo. Yo te llamo egoísta y tu me llamas caprichosa. Yo te llamo niñato y tu me llamas puta. Yo lloro y tu das un puñetazo a la pared. Yo me marcho por la puerta y tu te quedas maldiciéndome. Exceso de amor y de deseo, mezclado con orgullo y cabezonería. Exceso de besos.